GUITERATURA

"GUITERATURA" Un espacio dedicaco a la Guitarra en sus soñadores y literatos.

GUITARRA

Tendida en la madrugada,
La firme guitarra espera:
Voz de profunda madera desesperada.

Su clamorosa cintura, en la que el pueblo suspira,
Preñada de son, estira
La carne dura.

Arde la guitarra sola,
Mientras la luna se acaba;
Arde libre de su esclava
Bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
Dejó el cabaret sombrío,
Donde se muere de frío,
Noche tras noche,

Y alzó la cabeza fina,
Universal y cubana,
Sin opio ni mariguana,
Ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
Nueva otra vez al castigo
Con que la espera el amigo,
Que no la deja!

Alta siempre, no caída,
Traiga su risa y su llanto,
Clave las uñas de amianto
Sobre la vida.

Cógela tú guitarrero,
Límpiale de alcohol la boca,
Y en esa guitarra, toca
Tu son entero.

El son del querer maduro,
Tu son entero;
El del abierto futuro,
Tu son entero;
El del pie por sobre el muro,
Tu son entero…

Cógela tú guitarrero,
Límpiale del alcohol la boca,
Y en esa guitarra, toca
Tu son entero
Nicolás Guillén

. . . . .
PALABRAS A MI GUITARRA

Una mujer parece mi guitarra
De mi dolor le se confidenciar
Me da su voz, la templo con cariño
y mi caricia la quiere despertar.
En el hondón sonoro de su caja
Calandrias tibias lloran soledad
La voy soltando al rumbo de los vientos
Para dejarles el canto en libertad.
Guitarra oscura, mi compañera
en tu madera me quiero recostar.
Una mujer parece mi guitarra
Ardiente voz madero musical
Toda la tierra canta por su boca
Cuando pulsando la quiero interrogar.
Aires de zamba laten en su adentro
Milongas viejas suele recordar
Yo le pregunto y ella me responde
Con voz madura de campo y soledad.
Guitarra oscura, mi compañera
en tu madera me quiero recostar
Tal vez un día cuando me muera
Sus cuerdas tensas me vengan a cantar.
Eduardo Falú
. . . . .


LAS SEIS CUERDAS

La guitarra,
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
Perdidas,
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.
Federico García Lorca
. . . . .

Sólo existe una cosa más bella,
que el sonido de una guitarra...
el de dos guitarras"
Frederic Chopin

. . . . .


La canción en el piano es un discurso,
en el chelo es una elegía,
en la guitarra... es una canción.
Eugenio D'Ors

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LAS MUJERES Y LAS CUERDAS

Las mujeres y las cuerdas
de la guitarra
es menester talento
para templarlas.
Flojas no suenan
y suelen saltar muchas
si las aprietan.
Fernando Sor,
procedente de las 5 seguidillas
para guitarra y voz

. . . . .

MOMENTO

Cuando yo me muera,
enterradme con mi guitarra
bajo la arena.
Cuando yo me muera,
entre los naranjos
y la hierbabuena.
Cuando yo me muera.
enterradme si queréis
en una veleta.
¡ Cuando yo me muera !
Federico García Lorca

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LA LUNA DE PUERTO RICO, Ella y Yo
Poema No. 23

El brocal de mi guitarra
lo atraviesan seis caminos
que comentan con tristezas
los destinos de mi alma!
Sexagrama sensitivo
que comprende que un olvidome desgarra
que un olvido me calcinalas entrañas
y ese olvido que es tan grandeen esta noche
crecerá por la mañana!.
El brocal de mi guitarra
lo atraviesan seis caminos
seis caminos que palpitancomo alas
y yo sigo silencioso
silencioso cual la nada
sólo ella me comprende
sólo ella me acompaña
y la luna no se asombra
y la luna no se alarma
porque sabe que sus cuerdas
son las venas de mi alma!.
El brocal de mi guitarra
lo atraviesan seis caminos
seis caminos que se alargan
y en la noche me delatan!.
Guillermo Venegas Lloveras
. . . . .
ADIVINANZA, de la Guitarra
En la redonda encrucijada seis doncellas bailan.
Tres de carne y tres de plata.
Los sueños de ayer
las buscan pero las tiene abrazadas
un Polifemo de oro
¡La guitarra!
(extracto de los seis caprichos
dedicado a Regino Sainz de la Maza)
Federico García Lorca
. . . . .
CANCIÓN
La vida me fue enseñando
lo que vale una Guitarra
por ella anduve en las farras
tal vez hecho un estropicio
y casi me agarra el vicio
con sus invisibles garras.

Menos mal que llevo adentro
lo que la tierra me dio
patria, raza, o qué sé yo
pero que me iba salvando
y así seguí caminando
por los caminos de Dios.

La cosa estaba en pensar
que al pulsar un instrumento
hay que dar con sentimiento
toda la fuerza campera
por nadie larga que fuera
si no tiene nada adentro.

La guitarra es palo hueco
y pa´tocar algo bueno
el hombre debe estar lleno
de claridades internas;
pa´sembrar coplas eternas
la vida es un buen terreno.
Atahualpa Yupanqui
. . . . .
ANSIA
La palabra es la cárcel de la idea.
Yo, en vez de palabra,
quisiera, para concretar mi duelo,
la queja musical de una guitarra.

Una de esas guitarras cuya música
dulce, sencilla, casta,
encuentran siempre para hacer su nido
algún rincón del alma...
Nicolás Guillén
. . . . .
GUITARRA DEL MESÓN

Guitarra del mesón que hoy suenas jota,
mañana petenera,
y según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tu eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escuche el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.
Antonio Machado

. . . . .

LA GUITARRA

Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las capas
de la madrugada.

Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.

Llora monótona
como llora el agua
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.

Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
Federico García Lorca
. . . . .
PROFESIÓN DE FE

Homenaje a un legendario jefe Indio
Tupá, el espírutu supremo y protector de mi raza
me encontró un día en contemplación
en medio del bosque florecido;
me dijo:

toma esta caja misteriosa
y descubre sus secretos;
entonces encerró en ella las voces de las aves
y las almas serenas de la vegetación
y me la entrego;
la tomé, obedeciendo al mandato de Tupá
y la coloqué contra mi pecho
bien cerca del corazón y abrazado a ella
pasé muchas noches al lado de la laguna.

Una noche,
Jací nuestra madre Luna
reflejada en el espejo de cristal del agua
sintiendo la tristeza de mi alma india
me envió seis rayos de plata
para ayudarme a descrubrir
los secretos de la caja encerrada.
Y se hizo el milagro:
desde el fondo de la caja misteriosa
brotó la sinfonía maravillosa
de todas la voces de la naturaleza virgen de América.
Agustín Barrios Mangoré


. . . . .

CUANDO YO MUERA

Yo quiero, cuando yo muera,
juntar las cuatro guitarras
para que sean tocadas
con las campanas del alba.

Mi guitarra sin sonidos
yo no la quiero olvidada;
la quiero siempre sonada
como fue siempre conmigo.
Yo quiero que por las noches
sueñe con notas muy largas
y que vuelen por el cielo
y vuelvan de madrugada
para dormir en su estuche
hasta otra nueva jornada.

Yo quiero, cuando yo muera,
juntar las cuatro guitarras
para que sean tocadas
con las campanas del alba
y en vibraciones eternas
estén siempre con mi alma.

Yo quiero, Señor, yo quiero
oír siempre a mi guitarra
aunque no pueda abrazarla.
A mis hijos, Celine, Pepe y Ángel, con mi gran amor eterno.
Yo espero que por el gran cariño que nos tenemos
Dios nos dará la gracia de volver a renacer juntos.
Celedonio Romero


. . . . .

ODA A LA GUITARRA

Delgada
línea purade
corazón sonoro.
Eres la claridad cortada al vuelo:
cantando sobrevives,
todo se irá menos tu forma.
No sé si el llanto ronco
que de ti se desploma,
tus toques de tambor,
tu enjambre de alas,
será de ti lo mío,
o si eres
en silencio
más decididamente arrobadora,
sistema de palomao de cadera,
molde que de su espuma
resucita
y aparece, turgente, reclinada
y resurrecta rosa.
Debajo de una higuera,
cerca del ronco y raudo Bio-Bio,
guitarra,
saliste de tu nido como un ave
y a unas manos
morenas
entregaste
las citas enterradas,
los sollozos oscuros,
la cadena sin fin de los adioses.
De ti salía el canto,
el matrimonio
que el hombre
consumó con su guitarra,
los olvidados besos,
la inolvidable ingrata,
y así se tranasformó
la noche entera
en estrellada caja
de guitarra,
temblando el firmamento
con su copa sonora
y el río
sus infinitas cuerdas
afinaba
arrastrando hacia el mar
una marea pura de aromas y lamentos.
¡Oh! soledad sabrosa
con noche venidera,
soledad como el pan terrestre,
soledad con un río de guitarras.
El mundo se recogeen una sola gota
de miel, en una estrella,
todo es azul entre las hojas,
toda la altura temblorosacanta.
Pablo Neruda

. . . . .

La guitarra
es como una dama..
donde no cabe
la excusa de mírame
y no me toques.
Gaspar Sanz
. . . . .
LA GUITARRA, Al Lector

Yo soy aquella que todo lo canto
con reina de tonos delicados
soy la que alegró a todos los estados
y soy la condena al triste llanto.

Yo tengo cinco hijos, que entre tanto
que van por mis jardines y mis prados,
concierto juegos tan recocijados
que al mismo Febo a veces doy espantos.

Si quieres ver (lector) la gallardía
que Carlos me dio estando yo en su guarda
gusta los caldos que da su cuchara.

Verás que soy galana, guarda, guía,
graciosa, gala, gracia, gallarda,
gustosa, general, grata, Guitarra.
Joan Carles Amat
(del tratado "guitarra española de 5 órdenes" XVI)
. . . . .

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La Guitarra es el alma humana

que habla con solo seis cuerdas



Guillermo Rojas Zárate

GUIDÁCTICA dijo...

Gracias por tu comentario.

GUIDÁCTICA

Anónimo dijo...

yo sólo quiero saber quién dijo, "la guitarra es una orquesta en miniatura".

GUIDÁCTICA dijo...

Dionisio Aguado en su método de 1843 dijo algo parecido:

"La guitarra es un instrumento que aún no esté bien conocido. ¿Quién diría que de todos los que se usan hoy, tal vez es el más a propósito para causar ilusión con la semejanza de los efectos de una orquesta en miniatura?"

GUIDÁCTICA